Casi todos hemos notado ese olor característico que tienen los coches nuevos, en algún caso es tan fuerte que puede resultar molesto. Ese olor proviene de la combinación de los materiales que se encuentran en los automóviles de nueva fabricación.
Pero la cosa no acaba ahí: en un estudio realizado durante dos años y publicado por la agencia CSIRO de Australia, encontró varios problemas de salud asociados a los compuestos orgánicos volátiles, que se liberan de los materiales sellantes y adhesivos que se utilizan para sujetar las piezas de plástico. Además, el investigador de CSIRO, informó también sobre algún caso de desorientación, dolor de cabeza e irritación en conductores de coches nuevos.
Menos más que el olor a coche nuevo no dura siempre, y en un mes y medio, no debería quedar olor a nuevo.
En los vehículos de última generación, estos olores tóxicos han sido eliminados casi por completo o presentan un nivel mucho menor que los de años atrás, por lo que el peligro no es tan alarmante.