En verano se hacen más viajes por carretera, para evitar cualquier contratiempo lo mejor es anticiparse y hacer una visita con tiempo suficiente al taller.
Se debe revisar
- El motor: hay que revisar los niveles de aceite, los filtros de aire y de combustible y se es necesario sustituirlos. También hay que vigilar el líquido refrigerante, se recomienda su renovación cada dos años, pues va perdiendo sus propiedades y su capacidad de refrigeración.
- Los neumáticos: son el punto de contacto y agarre con el asfalto. Su estado debe ser sin grietas, ni golpes y su dibujo tendrá como mínimo 1,6 mm. Además el alineado de la dirección y el contrapeso de los mismos garantiza su durabilidad. También hay que revisar el buen estado de la rueda de repuesto.
- Los frenos y la suspensión: deben estar en perfecto estado ya que nos permitirán para a tiempo ante cualquier imprevisto. Los frenos no deben presentar ruidos ni vibraciones al frenar, ni fugas de líquido hidráulico del sistema. Unos amortiguadores en mal estado alargan de manera considerable la distancia de frenada, llegando a provocar la pérdida del control del coche.
- La climatización: no solo por el confort, conducir sin el aire acondicionando conlleva fatiga con la consabida pérdida de reflejos.
- La iluminación: ya sabes que la iluminación sirve para que nos vean y para poder ver. Además nos permite comunicarnos con el resto de conductores.
- Las escobillas y el limpiaparabrisas: deben cambiarse una vez al año y deben barrer la superficie del cristal sin dejar marcas ni rastros que impidan una buena visión.
Fuente: /www.infotaller.tv