Aunque ya conocemos todos los beneficios de instalar unas láminas solares en diferentes emplazamientos, es conveniente aclarar la diferencia existente entre las que se colocan en la parte externa del vidrio y las que lo hacen en la interna.
Es importante tener en cuenta el espacio que deseamos proteger, ya que no es lo mismo que nuestro objetivo principal sea evitar que cualquier daño en el cristal impida que este estalle, a que sea proteger de la decoloración a productos expuestos por la acción solar. Por ello,
- Ten en cuenta la orientación del espacio.
- El tamaño del cristal es importante.
- Tipo de vidrio.
¿Cuáles son mejores?
Las más usuales son las láminas que se colocan en el exterior, ya que sus ventajas son, en un comienzo, más visibles. Los rayos solares inciden de forma directa sobre la película autoadhesiva y no sobre el vidrio, lo que solo conseguiría recalentarlo, aumentando la temperatura del espacio. Así, gracias al reflejo que provocan, el ahorro energético es mayor.
También es cierto que estas tienen mayor cobertura en cuanto a vidrios se refiere. Hablamos de la compatibilidad.
Por otro lado, las láminas interiores, al no estar expuestas a las condiciones climáticas, como la lluvia o el viento, tienen una mayor durabilidad. Si bien es cierto que su coste es menor, ya que no es necesario contar con la instalación de andamios en el edificio para su colocación, el cristal puede romperse por el denominado estrés térmico.