Las láminas solares son la solución perfecta si estamos pensando en realizar una reforma. De fácil instalación con su película autoadhesiva, su sencillez en la colocación es proporcional a las ventajas que proporcionan.
Aislamiento térmico. La revisión de la contabilidad puede derivar en muchas ocasiones en auténticos quebraderos de cabeza. Dos de los gastos más frecuentes en estos espacios vienen de aparatos de aire acondicionado y de calefacción, dependiendo de la época del año en la que nos encontremos.
Ante la protección que otorgan en cuanto a incidencia solar se refiere, así como evitan la pérdida de calor del interior, repercuten sobre dos aspectos básicos: ahorro energético y disminución de la contaminación al medio ambiente.
Protección de mobiliario. Los rayos del sol provocan una decoloración progresiva que solo es perceptible con el paso del tiempo. Con el filtrado de esta radiación, todo el material puede llegar a durar hasta seis veces más.
Antirreflejos. Uno de los problemas más frecuentes son los reflejos que se producen en pantallas de ordenador o televisores. Las láminas solares reducen la fatiga ocular, además de aumentar la productividad gracias al mayor confort.
Privacidad. Ver sin ser vistos. Si en todo entorno es esencial contar con intimidad, en una oficina con más razón. Documentación, equipos informáticos, mobiliario… Proteger contra miradas indiscretas siempre es una prioridad. Por ello, si se desea disfrutar del entorno externo sin renunciar a la privacidad, las láminas espejo son la clave.