Ya sabemos que los perros no disponen del mismo sistema de sudoración que las personas, tan solo lo hacen a través de sus almohadillas y la barriga. Además, su única técnica es comenzar a jadear, lo que dificulta su respiración. Esto los clasifica como seres muy vulnerables al calor extremo. Se estima que diez minutos son suficientes para provocarles lesión en el cerebro. En escasos veinte, podría fallecer.
Durante los viajes, disponer de láminas solares será una técnica altamente efectiva para evitar la incidencia solar y proteger así la salud de nuestro compañero.
No son pocas las ocasiones en las que debemos dejar a nuestro perro unos minutos en el asiento trasero. Sin embargo, te recomendamos pensarlo bien antes de sacarlo de casa, tratando de evitar así este tipo de situaciones. Lamentablemente, los casos de insolación que han terminado de forma trágica son demasiados.
Por lo tanto, elige tintar los cristales traseros. En torno al 80% del calor procedente del exterior será absorbido y reflejado, impidiendo su entrada. Además, aumentarás la intimidad, ya que protegerás el interior del coche contra miradas indiscretas.